lunes, 3 de agosto de 2009


EL DIAMANTE

Mate y compu en la cama, una vez mas… Un nuevo sol que sobrepasa mi ventana, y ya es tarde. Sigo tarde, llego tarde… Pareciera que en lo mas profundo de mi alma disfruto de aquel vago sentimiento de prisa, con el cual extrañar y ansiar hacer lo que debo ir a hacer, aunque no me apure en hacerlo. Pero aquí me encuentro, una vez mas, y el sol sigue viajando entre esas nubes que aclaran y oscurecen a su vez, mi ventana.

La verdad, es que hoy extraño, y a la vez no. La verdad, es que no se a qué y a la vez sí. Creo que tengo buen humor, pero a la vez no. Por las dudas no me pongo tan positivo.

Esta en nuestra rutina la constancia y sentido de responsabilidad, el abrir los ojos y hacer un vago recorrido por los hechos y sucesos que van a transcurrir durante ese día que recién está por comenzar. Los agradables, y los no tanto. Hoy solo quiero pensar en todos los que vos no estas. Y a la vez ya estoy pensando en vos. Irónico, extremista, realista, estúpido. Sea como sea, cuanto menos deseamos pensar en algo, o alguien, es cuando más lo hacemos. Nos engañamos con sueños rotos, y fantasías extremas, para alejarnos de aquello que está tan impreso en nuestra mente, como la noche en la cual cerramos nuestros ojos aún húmedos, esperando que desaparezcan en los sueños, y viajen hasta donde ya nadie los pueda encontrar. ¿Realista? ¿Irónico? ¿Extremista? No lo sé… Pero aquí siguen, y la verdad es que no desaparecerán. Y la explicación quizás no parecerá tan mágica ni poética. Pero la verdad es que somos seres hechos de carne y sentimiento. Piedras obscuras que por más rústicas que parezcan, tienen un brillante diamante en su interior, y por más que intente esconder su brillo, la mañana llegará y sus rayos florecerán sin preguntar o pedir permiso alguno.

Y así somos. No podemos desechar lo que aún se añora. No podemos despreciar, lo que aún valoramos. Por más rudos, reacios, inmorales, o cualquier clase de roca que te identifique esta mañana, el sol ya ha salido, y no se puede escapar.

Deja que lo que tenga que salir, salga. Lo que tengas que decir, se diga. Y lo más importante, lo que tengas que sentir, los SIENTAS. Es el sazón de este nuevo día. Y al fin y al cabo, es lo poco que te diferenciará de las demás rocas de esta gran montaña.

Es tarde ya, y el sol se aleja, para que salga, para que lo busque, para que lo recorra.

Alguien me espera, no se donde, pero me voy a buscarlo…

2 comentarios:

  1. ME GUSTA LA CAPACIDAD DE DEFINIR CADA ESTADO DE ANIMO SEGUN LA SITUACION . TE FELICITO SOS MUY ESPECIAL

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