Somos la mayoría de las veces creadores de emociones y sensaciones. Queriendo y hasta sin querer, mostramos con pequeños hechos, indicios de lo que pretendemos hacer sentir a la otra persona.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
LOS CREADORES DE EMOCIONES
Somos la mayoría de las veces creadores de emociones y sensaciones. Queriendo y hasta sin querer, mostramos con pequeños hechos, indicios de lo que pretendemos hacer sentir a la otra persona.
sábado, 19 de septiembre de 2009
A PRIMERA VISTA...
Sí… Yo se que hable mucho de lo que el amor duele, y de lo cursi del romanticismo… De lo boludos que somos al querer ir de levantes, etc., etc., etc.…
Ahora… hay dos pasos a seguir: o te resistís y te alejas, evitando dolores, millones de risas, millones de lagrimas, peleas, chistes, de quedar como cualquier palabra que quieras que termine con –udo; o te arriesgas, y comenzas a vivir una de las experiencias que te cambiarán y harán un nuevo antes y después en tu vida. El temor es el peor enemigo, por el, solemos tender a perdernos de las cosas mas maravillosas de la vida. Nos alejamos, y nos perdemos en las cosas que nos dan seguridad... y la verdad es que no hay nada mas seguro que las cosas que realmente vale la pena vivir...
martes, 15 de septiembre de 2009
COMO EL C * LO!
Si ando MAL, por qué les voy a decir Bien? O es que me lo tengo que repetir a mi mismo a ver si me lo creo? Como cuando me digo que me voy a contar un chiste que no me sepa a ver si me rio?
DE NINGUNA MANERA. Hay que aprender a bancarse las cosas tal cual son.
El estar de tal forma, es una elección. Como cuando decimos: Estoy ofendido por culpa de Juana que me hizo…
NO! No existe estar ofendido o enojado, o triste por culpa de nadie! Yo estoy como quiero y nadie tiene el poder para interferir en como me tengo que sentir. El sentirse de una forma, es una elección propia. Por eso deja de culpar a quien sea por sentirte como te sentís, y elegí hacerlo como más te guste.
Y si ahora estoy mal, lo estoy porque yo quiero. Y si estoy feliz, lo estoy porque yo lo elegí. De modo que lo que me digas o lo que me hagas, no puede afectar a como me tengo que sentir.
Cuantas veces le hemos preguntado a alguien: ¿Cómo estas? Y nos responden: Bien!... pero lo dicen con una cara de culo terrible, que hace evidente que ese no es el estado en el que se encuentra, si fuera así ,yo, por mi cara, tendría que ser el hombre mas feliz del mundo, con palomas y papelitos de colores cayendo sobre mi durante horas, con chicas y conejos a mi alrededor saliendo detrás del gran arco iris de colores que sobresale como aura que rodea mi sonrisa… en fin…
La verdad por más que duela. Disfrutemos de cada momento, aún cuando nos pregunten como estamos, disfrutemos de decirles: COMO EL CULO! Al fin y al cabo, solo uno mismo lo puede cambiar, pero cuando tengamos las ganas de hacerlo, en todo caso te diría bien…
martes, 8 de septiembre de 2009
"EL LEVANTE"
Desde los primeros, a los últimos; de los más originales a los más vulgares; de los buscados, a los ocasionales. Nunca, pero nunca, he podido lograr sentirme cómodo realizando tal artística tarea.
Lo más fácil es el comienzo. El paso uno:
1- Me gustó.
Fin del paso uno.
2- Decidir la excusa para acercarse y comenzar la conversación.
Ya este paso implica el comienzo de una ráfaga de adrenalina que comienza por debajo de mis brazos y se extiende hacia todo el resto de mi cuerpo. Dejándome incapaz de realizar movimientos naturalmente frescos o limpios. A pesar de todo esto, aparece la excusa. La razón más adecuada, para realizar el movimiento de acercamiento y primer contacto con la persona elegida.
3- REALIZAR DICHO MOVIMIENTO. Si, lo sé, suena fácil no? Pero en promedio, la sociedad masculina tarda desde el primer vistazo, hasta el acercamiento, de unos 15 a 35 minutos, en realizarlo, según los factores que rodeen la situación (escotes, elasticidad de la vestimenta, alcohol ingerido, intensidad de las luces, amigos, amigas, y público alrededor).
4- Comenzar el diálogo.
IMPORTANTE: Este es el paso en el cual el 97% de los levantes llega a su fin. Y se debe a la gran importancia de estas primeras palabras, las cuales dan lugar a la primera impresión que la otra persona tendrá de nosotros.
Y es esto lo que realmente desata una corriente de sudor, nervios, temblores y adrenalina pura por mi cuerpo. La mayoría de las veces, el paso 3 es el final de mi historia. Y cuando logro cruzar el paso 4, nunca, pero nunca, sale de la manera en que se dibujó en mi mente. Generalmente, al estar fuerte la música, nunca escuchan lo que digo por primera vez. Así que siempre hay que repetirlo, cosa que me hace sentir un idiota. Porque pensándolo bien, no era tan importante, o tan especial lo que le iba a decir… o sea, no junté valor durante 35 minutos para que al momento de decirlo no me escuche. Y no tengo otros 35 minutos más para estar parado ahí al lado juntando valor para volver a decirlo. Ese es el momento. Y al repetirlo, esperamos la respuesta, que puede que no llegue, y si llega, pueden suceder dos cosas:
Aparece una sonrisa en la otra persona quien se acerca más para que puedas escuchar y comienza una fluida conversación, que te asegurará el éxito. O…
Que se de vuelta, y siga charlando con los que tiene a su alrededor, ya sean sus amigas, o cualquier otra persona que este cerca, no importa, con tal de mirar hacia otro lado y darte el tiempo, espacio y comodidad para que te retires.
No tenemos cola como los perros, pero se puede hasta sentir que si la tuviéramos, estaría entre nuestras piernas. Y así caminamos hacia donde estábamos, mientras que ocho mil ojos nos siguen con la mirada al ver tal desastroso hecho.
Muchas gotas de sudor, muchos discursos dichos y muchos tantos que han quedado sin recitar, y la misma conclusión que todos comparten: No importan las palabras, no importa la ropa, ni el momento, ni ningún factor externo a vos mismo. Si tiene que ser, va a ser. Y sino, no tendría que ser. ¿Trillado? Puede ser, pero por algo lo es.
Así que la próxima vez q tengas un “levante”, piensa en que las cartas ya están tiradas. ¿Con qué actitud las vas a levantar?
sábado, 5 de septiembre de 2009
A TODO AQUEL QUE HA SUFRIDO POR AMOR
Historias tristes, historias conmovedoras. De las que hacen reír, y las que hacen llorar. Así como los recuerdos que llevamos dentro de aquella persona que paso a formar parte de cada fibra de nuestro cuerpo, haciéndose así, inolvidable. Nos cambia, nos madura, nos ayuda a crecer y así, a aprender a querer.
Pareciera que al encontrar a aquel ser, todo esta al alcance de nuestras manos. Y aun recuerdo aquella primera vez que me sentí de esa manera. Tenía 12 años, y un mundo de conmociones en mi interior.
Ella era maravillosa, diferente a todas las demás. Y a la vez, tenía todo lo que las demás debían tener. No importaba el chiste que hiciera, para mi era el mas gracioso. No importaba a donde me haya invitado, para mi era el mejor de los lugares. Fuimos los mejores amigos, pero aun así, jamás pude decirle lo que realmente sentía por ella.
Una tarde, al salir de la escuela, hicimos una larga caminata de paseo juntos. Lo recuerdo cual si fuera ayer. Era la tarde en la cual estaba dispuesto a confesarle mi amor. El brillo de sus ojos al mirar a los míos hacía que mi corazón palpitara cada vez más fuerte. El roce con sus manos me hacían sentir volando por encima de la vereda. No podía decirlo, así que lo escribí en un papel. Pero fue demasiado. Y la timidez, y el miedo profundo al rechazo, me hicieron retroceder, y así esa tarde término y ese amor no fue confesado. Paso la tarde, paso la semana y pasaron los años.
Nunca supe lo que hubiese pasado si me hubiera animado a darle aquel papel…
Y así fue como todo quedo enterrado entre cenizas, marcas, cicatrices que quedan en el corazón.
Pasaron muchos años más hasta que otra persona lograra pasar esa barrera en mi vida y lograr que esa mezcla de sensaciones y sentimientos vuelvan a aparecer. Fue lindo? Fue hermoso. Llore? Litorales. Y sufrí como nunca lo había hecho. Y el dolor que punzó mi alma me hacia sentir que ya nada seria igual, que nada mas valía la pena.
Si es amor, siempre duele. Hay que jugarse a vivirlo plenamente. Sea correspondido, o no lo sea, te abrirá el corazón y te enseñará a amar a aquella persona que esta esperándote. Seguramente resurjan en tu cabeza momentos únicos que solo tú sabes, que solo tú comprendes, y que nadie más puede llegar a comprender. Ahora, sin que haga falta explicarlos, quiero decirte que te entiendo. Porque si alguna de estas palabras te llegan, significa que eres uno de los que se han jugado por amor a pesar de todo. Y esa es la verdadera felicidad. El sentir que queremos que se termine rápido, y que nunca se termine. Que nunca hemos llorado tanto, y que nunca hemos reído de esa manera. Que nunca nos hemos sentido tan solos, que nunca hemos estado tan acompañados. La verdad es q nunca estuve tan triste, y nunca fui tan feliz como aquellas tardes de noviembre. Con esas largas caminatas, con esas risas, con esos llantos. Hablando sin parar por horas, y mirándola a los ojos por tantas otras sin emitir ninguna palabra.
Si has podido llegar a vivir estos sentimientos, significa que te has animado a vivir. Que te has animado a descubrir una nueva etapa de tu vida, y de ti mismo.
Si has podido llegar a comprender un poco de todo esto que he compartido, sabrás que cada mínimo detalle, ha hecho que todo valga la pena.
El amor se cura con amor. Y somos seres destinados a morir amando. Así que no te guardes nada. Ni siquiera si está escrito en algún papelito. Al fin y al cabo, será el comienzo de uno de los momentos más atesorables que tendrás en tu vida.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
EL METEPATA
Me levante, bien. Bastante bien. Hoy me voy a caminar a la costa, me dije! Había buen clima en mi interior. No hay escuela, no hay tareas, solo yo, y mi día libre y bueno nada, me sentía bien.
La rambla era mi escenario, y yo el protagonista de este video clip que sonaba al son de la música al seguir mis pasos. Lo se, no todo es lo suficientemente perfecto en la vida como para durar mas de diez minutos sin arruinarse. Y la mayoría de las veces no depende solo de vos, sino de objetos animados o inanimados que nos rodean cercana o no tan cercanamente.
Podría ser el pisar caca, o el tropezarte delante de mucha gente.
Si te agachaste a buscar algo y tu pantalón se descosió, si el viento soplaba fuerte y tu peluca se voló. Si tu chicle se escapó, o quizás algo más. Si tosiendo algo mas se salió. Si te reíste de su abuela, y su abuela se murió, quiero que sepas, que te entiendo. Y que no estas solo en el mundo. Que eres parte de un selecto y especial grupo de personas destinadas a vivir bajo el efecto de la adrenalina , los calores y el malestar social. De los que por algún motivo y a la vez sin ninguno en especial, hacemos de momentos simples, algún recuerdo aun mas interesante. Tengo ganas de insultar, quizás de preguntarme ¿por qué yo? Y la verdad es que después de tantas cosas, después de tantos “momentos” como estos, no me queda otra que reír. Soy el resultado de mis calores, de mis metidas de pata, que parecen formar parte de mi existencia, y tuve que aprender a disfrutarlo. Al fin y al cabo, son momentos que he aprendido a atesorar. Soy torpe, soy mete pata, y he aprendido a disfrutarlo.